La cobranza es una operación dedicada que requiere gran tino y conocimiento del deudor para aplicar en cada oportunidad las medidas más convenientes.
En algunos casos bastará con una simple y atenta carta de aviso, pero en otros casos, será imperioso apremio enérgico.
Debe considerarse que la cobranza es siempre molesta, por tanto es prudente iniciarla con suavidad y sutileza para ir presionando al deudor en forma creciente en las siguientes misivas que sea necesario enviar.
1.-Aviso de Vencimiento:Se caracteriza por la sutileza del texto. Prácticamente sólo se remite a recordar la deuda pendiente que vencerá en una fecha próxima.
Normalmente se confecciona en formularios.
2.- Invocatoria de Cobranza: Cuando se ha producido el vencimiento de una deuda y no ha sido cancelada es el momento de enviar la carta de invocatoria de cobranza.
Esta misiva debe redactarse con gran tacto, procurando en un principio instar al deudor a pagar su obligación pendiente, con l propósito de no perder al cliente.
Esta comunicación puede ser la primera de una serie de carta en la cada una de las que sigue será redactada con mayor fuerza e instando al deudor a cancelar su compromiso.
3.-Cobranza Enérgica: Esta comunicación cierra el acto de la cobranza normal es muy dura y amenaza con la vía judicial.
Si esta carta no produce resultados positivos las empresas proceden a requerir el pago a través de la demanda judicial.
4.-Carta de Demanda: Esta comunicación se extiende cuando están agotadas las probabilidades de cobro por las vías normales.
Es evidente que el envío a cobranza judicial de una deuda significa entablar una demanda al cliente que significará el término de las relaciones comerciales.
Muchas empresas evitan de alguna forma tener que recurrir a este tipo de medidas.
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